domingo, 30 de mayo de 2021
Cada vez que la brisa corra por las tardes de mi vereda serás ese pensamiento que quiere salir, y me tomarás de las manos y caminaremos sin rumbo, cómo aquella tarde, te contaré de las veces que sin querer dije tu nombre, y de las tantas otras que a tiempo supe callar, el sol en el horizonte caerá rotundo iluminando el momento perfecto para decirte que no hubo día en el que no haya pensado en vos, la brisa, junto a mis lágrimas, caean, me mirarás a los ojos y jamás volveré a soñarte.
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Ya retome la lectura
ResponderEliminarTerminaste de leer el libro de los abrazos?
ResponderEliminarCada tanto.
ResponderEliminarTe imagine en la casa de las palabras
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